En lo que está representando la denominada huella digital parece que va a continuar cobrando importancia la conformación de por lo menos una parte importante de la identidad de cualquier persona. Sobre este rastro virtual, unas veces voluntario y otras no tanto, hay que intentar mantener el mayor control posible.
Nuestro propio historial telemático en su conjunto, esto es, la identidad telemática, tiene que procurar responder a aquello que realmente hayamos querido intencionadamente difundir desde el derecho a la información y desde la libertad de expresión que todos merecemos. Rechazar la tecnología telemática como la blogosfera misma y demás recursos de Internet no es una solución, y ni siquiera una opción ya, si lo que pretendemos es no tener historial alguno en el ciberespacio, pues de un modo u otro, hasta casual e involuntario tal vez, muy improbable será que alguien o alguna instancia no nos haga tener total o parcialmente presencia en la red de redes.
Cabe, pues, asumir que el entorno de Internet va a representar como mínimo una parte sustancial de cómo te percibes y cómo te perciben los demás. Asimilar lo que la sociedad red, la era de la información y la posmodernidad implican te será, así, más fácil y permitirá que te desenvuelvas mejor en tal nuevo contexto.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario