La tecnología de software

Antes que la tecnología informática eclosionase, la única que se conocía fue la calificable genéricamente como tecnología exclusivamente de hardware. Puesto que, sin embargo, había que inventar aún el software, habría tenido poco sentido llamarla así entonces.

Hoy, cuando la tecnología de software resulta perfectamente identificable con, en definitiva, la tecnología informática o digital, bien podría convenir diferenciar, en términos históricos, lo que ha supuesto el gran período de la humanidad en que sólo habría existido la tecnología de hardware, o analógica, y el que como colofón de la Edad Moderna e inicio, a su vez, de la posmodernidad ha tenido como resultado la tecnología de software, que actualmente cristaliza en lo que, dentro de la evolución de lo telemático, llamamos IoT. Con la tecnología de software, los posibles niveles de automatización de tareas devienen muy superiores a los que el puro hardware ha permitido.

Lograr tareas más automatizadas y automatizables puede muy, y quizá demasiado, fácilmente asociarse a algo siempre indudablemente mejor, por la casi inevitable vinculación de ello a la comodidad, al poco o nulo esfuerzo humano. Pero si, en efecto, la tecnología de software está llamada a automatizar tantas numerosas tareas, a los seres humanos nos convendría tomarlo, en cambio, más bien como una liberación para justo el mayor cultivo y desarrollo de capacidades y habilidades: particularmente del intelecto, que es lo que nos distingue del resto de seres del planeta.

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