Estar en una lista de distribución de correo electrónico no siempre pasa por inscribirse en un formulario web. Al hacerse la consulta a cierta persona, o grupo, y sea por la vía más o menos habitual que sea, resulta posible que entonces se indique la posibilidad de que se nos incluya en esa lista: inclusión que será más fácil que se proponga y se acabe realizando si se trata de alguien con el que hay un vínculo claro en cuanto a elementos temáticos. De hecho esta manera de registrarse en una lista de distribución por la vía de consulta previa cuenta con la ventaja de que ya implica un primer contacto directo con una persona que puede ser una fuente informativa o que esté relacionada con la misma.
La automatización que permiten los formularios web de suscripción a listas de correo electrónico puede hacer que efectivamente nos acabe llegando una notable cantidad de información respecto a lo que nos interesa para el desarrollo de nuestros temas, y para quienes automatizan plenamente este proceso les acostumbrará a resultar especialmente cómodo si se trata de casos, como será habitual si lo hacen, de fuentes muy solicitadas en cuanto a las informaciones que producen; sin embargo, la originalidad que busquemos en la transmisión de nuestros temas nos puede llevar a la necesidad de entablar un contacto más directo, sea más puntual o más habitual, con alguien que se encuentre relacionado con la gestión de tal o cual lista automatizada, lo que requerirá que entonces nos planteemos recurrir a establecer una interactividad directa mediante respuesta por correo electrónico mismo u otras vías de contacto que, por ejemplo, puedan venir indicadas en los correos de la propia lista de distribución. Ahora bien, para estar en listas de distribución de nuestro interés no siempre hay que limitarse a intentar dar con el típico formulario de suscripción: las que disponen de éste son las más evidentes pero debemos intentar obtener acceso, con o sin formulario de suscripción, a listas de envío de correo electrónico que puedan ser relevantes para nuestros contenidos; en caso de que no haya tal formulario, estableciendo contacto por medio de algún correo electrónico o por teléfono que se pueda encontrar en la página web de una potencial fuente informativa que nos interese tenemos, si no siempre por lo menos en bastantes ocasiones, posibilidad de inquirir si existe una lista de distribución y de que se nos incluya en ella; así, además, establecemos un primer contacto directo con quien pueda aportarnos informaciones valiosas relacionadas con nuestros temas y más allá, a veces, de lo que a través de su lista de distribución se emita.
Hay dos caminos, básicamente, de que te incluyan en listas de distribución, o de que incluyas si eres tú quien realiza la lista, pero contemplamos de manera fundamental el caso en el que tú seas el solicitante de suscripción en tanto que, como bloguero, tengas necesidad de obtener información para un blog de tipo no personal. Los dos caminos son: con o sin suscripción mediante formulario web, y en ambos casos es relevante que busques las potenciales fuentes en base al ajuste a tus fundamentos temáticos así como que, a partir de ahí, intentes tener identificado a alguien concreto a quien realizar consultas más específicas que contribuyan a que tus publicaciones se caractericen por ser genuinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario