La popularidad y la familiaridad con las que se han acabado caracterizando las redes sociales guardan, según se mire, una relación con la importancia de intentar centrarse en los contenidos antes que en la forma que queramos dar a un proyecto. En la línea de lo comentado, las redes sociales en tanto que ofrecen un marco con poco margen a la notable personalización permiten, por otro lado, que quien las utiliza lo haga pudiendo focalizarse en qué transmite más que en muchos aspectos del modo en que lo transmite.
Al igual que en los blogs al uso nos parece recomendable que nos centremos especialmente en los contenidos, en las redes sociales esto también resulta de relevancia considerable teniendo en cuenta que, por su parte, éstas nos ofrecen poco margen relativo para la personalización del marco estético. La forma en la que presentamos lo que queremos comunicar, sin embargo, es determinante en grado elevado en cuanto a la experiencia final que el público recibe por nuestra parte; pero es en blogs al uso donde podemos desarrollar en profundidad la faceta estética en particular y de diseño en general; en este sentido, puesto que el fondo de nuestros contenidos es lo que va a determinar tanto un blog al uso como sus perfiles en las redes sociales, es en esta esencia en la que debemos afianzar un proyecto. Hecho esto, la parte concreta de la forma en la que se presente estará ya muy fijada de por sí en las redes sociales mientras que en el propio blog es donde tendremos que hallar una estética apropiada con la que acabar de aportar nuestro toque característico. Los contenidos, y no tanto la forma, son entonces, según creemos, el mejor punto de partida a tomar en el desarrollo de nuestra presencia particularmente en la blogosfera y en general en Internet, e incluso en otros ámbitos.
Preocupándote principalmente de hacer un blog bonito estarás descuidando aquello que de manera esencial valorará prácticamente cualquiera que visite lo que publicas, y es que el contenido, en su esencia, le aporte algo: ese algo ya dependerá concretamente de en función de qué elementos definas la temática de tu blog. Una vez tengas todo esto concretado, y a poder ser antes de acabar poniendo en marcha el propio blog y sus redes sociales, no sólo será el momento de abordar con detenimiento lo estético sino que te será más fácil hacerlo que si no tuvieras esas mínimas ideas establecidas en lo referente a de qué tratará lo que publiques.
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