De la misma manera que a partir de los fundamentos temáticos se establecen los temas específicos de cada post y de cada una de las páginas, si las hay, así como de otros elementos que se publiquen, en lo que se refiere a los fundamentos de diseño también resulta adecuado tomarlos de base para hacer ciertas variaciones. Mientras no se salga de los referidos fundamentos hasta tal punto de que se dé una impresión de estridencia, el diseño conviene que tenga un cierto margen de variación tanto es su vertiente organizativa como estética.
Por muy multitemático que sea un blog nos parece acertado que disponga de unos fundamentos temáticos a los que independientemente de si se es más o menos experimentado conviene que sean respetados con la finalidad de no causar confusión entre el público al que nos dirigimos, sea más especializado o más generalista; y lo mismo podemos considerar en cuanto a los fundamentos de diseño. Al tratarse de los, por así denominarlos, "minieje temático", "minitemas" y "minisubtemas" que podamos establecer en las diferentes partes de nuestro blog y siempre en consonancia con los fundamentos temáticos, también nos sirven para la comparación con el ámbito del diseño en el sentido de establecer que en cada post, página, etcétera, mientras respetemos los fundamentos que hayamos determinado a conciencia nos irá bien, siendo incluso recomendable, que dispongamos de ciertas opciones de variación dando lugar a un "minidiseño" a poder aplicar, si no cada vez, en ciertas ocasiones en que hagamos una nueva publicación, tanto de contenido puramente propio como de contenido aprovechado, que no plagiado ni mucho menos, de otra autoría, o sea contenido aprovechado en el sentido de enlazarlo, insertarlo o, indicando convenientemente esa autoría, subirlo. De lo que se trata, en lo concerniente al diseño, es de disponer de un subdiseño con el que cada nuevo post, y cada nuevo contenido en cada página, no vengan a ser respectivamente siempre copias exactas de lo que se ha publicado anteriormente, sino que vayamos variando, por ejemplo, y si lo creemos conveniente, la disposición de la imagen con la que acostumbremos a acompañar el texto, o, por ejemplo también, algún aspecto tipográfico según la página o según la sección.
Lo fundamental en orden y en estética, y en paralelismo a los fundamentos temáticos, estará más desarrollado si cuentas con unas variaciones que, sin que se desmarquen en demasía, las apliques cuando consideres oportuno con la finalidad de que el diseño, dentro de su estabilidad básica, ofrezca cierta novedad aunque sea de vez en cuando. Así pues en los posts, las páginas, las secciones que puedan tener éstas últimas, etcétera, los diferentes elementos que incluyas no tienen por qué ir siempre ordenados de la misma manera, ni responder a una estética calcada.
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