En qué grado apelar a la razón o a la emoción

Debido a las categorías con las que se acostumbra a describir, de manera simplificada al menos, los estilos artísticos, se puede tener tendencia a calificar toda estética básicamente en base a los términos de sobriedad y de ampulosidad, o bien a partir de dualidades similares e igualmente opuestas entre sí. Recurriendo, por ejemplo, a las expresiones estética simple y estética compleja nos parece que se puede proceder a una valoración de en qué medida cabe optar por uno o por otro tipo de estética en cuanto a blogs particularmente.

Lo fácil de entrada sería recomendar la simplicidad a los blogueros potenciales y a los incipientes, aconsejando a su vez una estética compleja a los experimentados, pero ya que lo básico en todo blog nos parece que es procurar poner el acento especialmente en la esencia de los contenidos independientemente del nivel de experiencia que se tenga, será mejor que apuntemos hacia si un blog es más bien personal o, en cambio, impersonal, para decidir si la estética debe dirigirse a lo simple o bien hacia lo complejo. Tener por objetivo lo práctico es lo que reservamos a los blogs que no sean personales, incluyendo la estética que empleen y que, por tanto, recomendamos que sea simple: no tiene por qué rechazarse aquí sistemáticamente todo aquello que pueda causar en los sentidos del público alguna emoción o algún tipo de sentimiento, pero lo estético conviene que quede reservado, si no a lo excepcional, sí a lo que de vez en cuando sirva a modo de complemento que, sin ser una distorsión a lo práctico, aporte un agradable detalle dirigido a los sentidos. En los blogs personales, según nuestra perspectiva, acostumbra a primar todo elemento más bien de carácter artístico, sea más o menos de nivel profesional, así que una estética compleja puede ser una buena manera de contribuir a mostrar el mundo interno que mueve a quien publica un blog de este tipo: compleja sin que tenga por qué significar recargada, sino que va más allá de una finalidad puramente práctica y persigue, aun siendo sencilla, significar algo que apele a sentimientos y a emociones.

Que decidas una estética más simple o más compleja en tu blog significa en esencia plantearte en qué grado apelar a la razón o a la emoción. Por ello definir que tu blog sea más o menos personal te resultará determinante para establecer el diseño en su vertiente estética, de tal manera que si haces un blog, o varios blogs, de tipo personal opta por elaborar una estética compleja, que no necesariamente ampulosa, mientras que si no es personal inclínate por una estética simple.

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