Intercambiando roles

La interactividad es básicamente de una o de dos direcciones dependiendo de en qué medida hay un intercambio de roles entre el sujeto que envía 'inputs' y el sujeto que los recibe generando en consecuencia 'outputs'. Cuando los 'inputs' y los 'outputs' los realizan respectivamente y en todo momento los mismos sujetos la interactividad es unidireccional, mientras que si el sujeto que recibe 'outputs' tiene capacidad, y opción, de devenir emisor de 'inputs' al tiempo que quien envía 'inputs' se convierte en generador de 'outputs' al respecto, nos encontramos ante interactividad bidireccional.

Una especie de sujetos típicos que únicamente, o casi únicamente, generan 'outputs' son las máquinas: se caracterizan por actuar en función de lo que alguien les indica en base a para lo que estén convenientemente diseñadas. De esta clase de tecnología emanan, por ejemplo, las plataformas blogueras y las redes sociales, que nos dan, ambas, más o menos opciones de interactuar con ellas de tal modo que tengamos opción, respectivamente, de llevar a cabo una mayor o menor customización y una menor o mayor retroalimentación. La retroalimentación precisamente y, en general, la interactividad bidireccional es lo propio entre sujetos conscientes, por ejemplo, los seres humanos; cuando conseguimos generar 'feedback' estamos intercambiando roles: primero, en tanto que emisor publicando por ejemplo un post en un blog, estás lanzando un 'input', y la retroalimentación consiste en que a partir de ahí quien recibe el 'input' tenga opción, capacidad, y voluntad, de producir en consecuencia un 'input' hacia ti comunicándote la impresión que tu 'input' le ha causado. El grado en el que el intercambio de roles sea efectivo determinará por tanto hasta qué punto practicamos interactividad unidireccional, bidireccional, o ambas.

Tanto la interactividad con las plataformas, sean las de la macroblogosfera o las de la microblogosfera, como la interactividad con el público son igualmente importantes de cultivar. La primera, la unidireccional, te permite nutrir tu rol de emisor de 'inputs' en forma de publicaciones de calidad, sea de manera más customizada o más estandarizada; mientras que la segunda, la bidireccional, en las redes sociales, por correo electrónico, en eventos, etcétera, hará que asumiendo el rol de receptor de impresiones dispongas de elementos que te ayuden a valorar por dónde seguir o no enfocando tanto la forma como el fondo de lo que tus publicaciones muestran.