Evidencia de originalidad

A un proyecto incipiente, y si además es de alguien que también está en ciclos iniciales de trayectoria propia, concentrarse en un único público bien definido puede resultarle un buen previo ensayo de cara a abordar otros públicos. Cuando se destina, con o sin ese previo ensayo, una idea original y ya concreta a varios públicos, esté o no entre los cuales el mismo colectivo del que se sacó la idea rudimentaria, hay que tener plena disposición a abordar, en base a las especificidades de cada colectividad en particular, el respectivo resultado en cada público. De todos modos, es asimismo indispensable en todos los casos una valoración global, tanto si el proyecto se ha dirigido a un único público como a varios.

La determinación del éxito de un proyecto sacado a la luz requiere de su tiempo, al igual que el hecho mismo de concretar la originalidad. Por lo que conocemos, unas veces el éxito será más inmediato y otras menos, en gran medida dependiendo respectivamente de nuestro mayor o menor nivel de experiencia; y es la experiencia la que nos permite además hacer valoraciones más rápidas, a la vez que más acertadas, en cuanto al éxito que cosecha nuestro proyecto y en cuanto a si la continuidad de tal iniciativa, en general o en parte, merece llevarse a cabo. A cuantos más públicos seamos capaces de hacer extensivo nuestro proyecto contaremos, por lo menos potencialmente, con más 'inputs' en base a los que hacer valoraciones de lo que hayamos realizado y llegar a conclusiones tanto a nivel específico en cada público como a nivel general, en este caso, del conjunto de colectivos a los que nos hayamos dirigido. La blogosfera es un ámbito que, por sus características de fácil publicación, alcance prácticamente planetario y capacidad inmediata de interactividad bidireccional, resulta de importancia máxima emplear de algún modo en todo proyecto, en especial en el sentido de comprobar que hay evidencia de originalidad y que por tanto en el público, o los públicos, se produce una mínima respuesta positiva respecto a lo que, desde la voluntad de que sea una aportación original, hayamos elaborado.

Tener evidencia de originalidad, o sea, disponer de la certeza de que, a nivel de público o de públicos, lo que has concretado en tu ámbito personal ha resultado innovador, y atractivo, no debe hacerte perder interés en seguir mejorando lo que hayas aportado, sobre todo si de tus valoraciones, y conclusiones, pese a ser calificables de positivas, se desprende que la respuesta de éxito ha sido muy descompensada entre distintos públicos, o bien, modesta en general. De no obtener respuesta positiva alguna por evidencia de originalidad, tendrás que determinar si precisas un inminente replanteamiento de todo, o en cambio, dar algo más de margen de tiempo a la iniciativa sacada a la luz y seguir esperando a que alguna respuesta positiva llegue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario