Toda esencia de un proyecto individual no está tanto en que lo desarrolle una única persona que tenga plena, o casi plena, autonomía: ésta es una opción, pero dentro de lo calificable de proyecto individual hay más matices en función de los agentes vinculables a una iniciativa. Tener claras las variables de lo que es definible en tanto que iniciativa individual es de gran ayuda para tomar la determinación de si es ésta la clase de proyecto que conviene llevar adelante.
Puesto que en todo blog, o todo otro proyecto, que pretenda ser relevante es fundamental el público, a este agente no lo debemos descuidar en ningún momento por más individual que sea la iniciativa, pues si lo hacemos, más que un proyecto individual estaremos haciendo un proyecto desde la casi, o completa, soledad; el grado, por tanto, de mayor individualidad sería el que nos liga tan sólo al público: sin inversores, o en su caso sin más inversor que uno mismo, y sin grupo. Al conseguir inversores para un proyecto que hagamos a título individual, si tales inversores, como debiera ser por lo común, se mantienen en todo momento en el plano externo, seguiremos estando de todos modos ante una iniciativa calificable de individual. Respecto a la idea de equipo, se disponga o no de inversores en el proyecto pero que de haberlos tales inversores sean en cualquier caso externos, si sólo disponemos de personal también externo y cuya participación directa, remunerada o no, es más bien puntual en cuanto al proyecto en cuestión, tal proyecto entra en lo definible como individual. Lo que vaya más allá de los vínculos descritos respecto a inversores y respecto a personas externas de participación puntual, haciendo que tales relaciones, sea de manera respectiva sea combinada, tengan una vertiente en la dimensión interna, o que en el caso de personal externo por lo menos la participación no sea sólo puntual sino de cierta constancia, se saldrá de lo que es la realización individual: estará entonces en el ámbito de lo grupal.
Difícil te será quizá idear un proyecto individual que tenga plena originalidad y que de ahí gane opciones de éxito, pero ello no implica que por fuerza con un grupo te tenga que ir mejor; y viceversa: en un grupo con dificultades para encontrar originalidad y éxito, la solución quizá no pase por dejar que la iniciativa se convierta en individual. Un proyecto que llegue a la originalidad y al éxito depende más de que al frente esté alguien con entusiasmo que de si ese alguien es más o menos numeroso, sin dejar de lado que, en especial en la blogosfera debido a las capacidades de interactividad que la caracterizan, es primordial el impacto en el público.
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