Imprevistos favorables

Cuando lo imprevisible se concreta, no siempre tiene que ser en algún hecho desfavorable. Al realizar un blog, o en general cualquier tarea, un imprevisto puede constituir una ventaja para aquello que se realiza. Para quien sea metódico, no obstante, tal circunstancia no supone motivo para confiarse y sigue siendo pertinente considerar que lo imprevisible conlleva por defecto un riesgo para lo que se emprenda.

El rigor con el que nos conviene llevar a cabo nuestro blog, o cualquier otra actividad importante, puede en ocasiones, lejos de estar perjudicado por lo imprevisible, resultar beneficiado precisamente por algún imprevisto favorable, ante lo cual no debemos relajar la aplicación de la rigurosidad, pues al caer en tal relajación estamos ante un riesgo tan peligroso como el de que nos pueda afectar de lleno cualquier imprevisto desfavorable. Si confiamos en los imprevistos favorables dejamos de ser metódicos y rigurosos, así que por ejemplo, por poner el caso quizá más agradable cuando en efecto se concreta, de encontrarnos con más tiempo del habitual para realizar lo que por parte de nuestro público, o de nuestros públicos, se espera, es perfecto aprovechar tal circunstancia a nuestro favor, pero de ahí no debemos abandonarnos a confiar en que tal circunstancia se vuelva a producir, aunque por el hecho de ser un imprevisto quizá se vuelva a dar, incluso en múltiples ocasiones. El rigor que tiene que caracterizarnos debe estar siempre por encima de lo imprevisible, tanto cuando éste se concreta en imprevistos favorables como cuando, en especial, se concreta en imprevistos desfavorables. De este modo, todo proyecto que emprendamos mantendrá su ritmo en cuanto a lo que espere de él todo público receptor al que hayamos conseguido en mayor o menor medida captar.

Ser riguroso sólo cuando lo imprevisible te es favorable es una contradicción en sí misma en cuanto a lo que el rigor implica. De proceder con rigurosidad debes tener claro que de ello se deriva que tal rigurosidad debes aplicarla ante lo favorable y lo desfavorable. Aunque en lo referente a lo favorable te pueda parecer que sobra la advertencia, a alguien que en particular esté en los ciclos incipientes de su proyecto bloguero, o proyecto de prácticamente cualquier otra clase, y por tanto se encuentre en fase de que su rigurosidad específica para tal proyecto tome forma, conviene que tenga presente que todo imprevisto favorable no debe hacerle caer en la relajación ni por ello abandonar el proceder metódico.

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