Los contextos, desde el más individual al más mundial, interactúan entre sí hasta tal punto que a cualquiera, precisamente en su contexto más individual, le puede resultar complicado analizar en base a qué un determinado nivel contextual evoluciona o no y por qué. En la búsqueda de una respuesta a esto, inspirarse debidamente, esto es buscando entre la interactividad y la introspección, hará más factible que se encuentre una adecuada respuesta.
Concebir los diferentes modos de expresión en tanto que compartimentos aislados unos de otros no suele ir demasiado bien, y más con el auge de lo multimedia en el que estamos inmersos. En lo artístico, por su esencia bastante predispuesta a lo experimental, es común que se combinen técnicas y se compartan recursos entre disciplinas artísticas. Lo técnico, que también tiene su esencia experimental, puede asimismo requerir de enfoques multidisciplinares que deriven en combinaciones multiformato de expresión. Todo ello, personal e impersonal, en sus respectivas facetas experimentales disponen en la blogosfera de un entorno idóneo para que lo manejemos, dentro de la debida prudencia, con una cierta predisposición a tomar de un lado y de otro, o sea, de unos contextos y de otros, para enriquecer lo que ofrezcamos aportando originalidad y efecto sorpresa. Al aplicar recursos, técnicas, fórmulas, etcétera de un contexto a otro, podemos conseguir, si sale bien, que algo tenga transcontextualidad y valga por tanto para algún nuevo contexto al que hasta entonces no se había aplicado. Mientras no dejemos de lado el proceder con inspiración convenientemente hallada entre introspección e interactividad, lo máximo que en principio nos puede condicionar en que la experimentación transcontextual no nos salga bien es la casi inevitable imprecisión implícita en todo lo que se encuentra en ciclos potenciales y primerizos.
Así como en etapas preliminares e incipientes lo experimental es por descontado propio, deseable y hasta inevitable en blóguers, y por extensión otros emprendedores, también si eres veterano puede que encuentres positivo el experimentar e incluso poner a prueba así lo que quizá creyeras que tenías asumido del todo. Experimentar desde la veteranía tiene la ventaja de que no se experimenta desde cero sino todo lo contrario, cuentas con un bagaje que, de no tomártelo en modo estricto, puede contribuir a que revitalices lo que hayas realizado hasta entonces y concibas algo que sea nuevo.
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