Tendría que haber habido una nítida y evidente correspondencia y complementariedad entre el mundo civilizacional y la globalización política que se producían al llegar la Guerra Fría a su conclusión. Con unas instituciones supracontinentales ya entonces bastante desarrolladas, la importancia de unas políticas culturales a ese nivel debiera haberse tenido que valorar mucho más.
Durante lo que pueda quedar para que pasemos de modernidad a posmodernidad, el viraje de unas políticas internacionales hacia una globalización de mayor índole cultural, intercultural en definitiva, va a ser mucho más que recomendable. Si concebimos las relaciones, o la interactividad, a escala global sólo o casi sólo como un gran mercado mundial, estaremos desperdiciando no poca parte de lo beneficiosas que podrían ser tales relaciones e interactividad.
Valoremos el mutuo conocimiento entre las culturas y civilizaciones del conjunto del planeta ya que con Internet hemos logrado la tecnología para hacerlo como jamás anteriormente había sido siquiera mínimamente imaginable. Desde una globalización que beneficie estas relaciones interactivas, se facilitará la tan imprescindible desfractura entre civilizaciones.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario