Con la preeminencia que lo cultural, social y educacional debieran cobrar en los tiempos que han de ir dejando atrás una última etapa de la modernidad en la que parece haber primado el puro interés político y económico en la escena internacional, tendrían que fortalecerse formas de interactividad más bidireccionales entre civilizaciones. Los conflictos de línea de fractura, entonces, se evitarían y mitigarían mejor.
Hacen falta, pues, nuevos valores para la era posmoderna que va tomando forma a pesar de fenómenos que tienden a forzar a lo contrario, como es en definitiva propio de cualquier etapa de profundo cambio en la historia. Fijándonos en la escena mundial hoy, un fenómeno contrario tal estamos tristemente observándolo en Rusia y su régimen autoritarista, lo cual ha llevado, por otra parte, a desatar un conflicto propio ya de la posmodernidad al tratarse de uno de línea de fractura.
Se solucione como se solucione, la guerra en Ucrania servirá muy posiblemente, de principio a fin, como precedente de cómo van a seguir siendo los principales conflictos futuros. Los nuevos valores para la era posmoderna deben contribuir a que seamos capaces de encontrarles unas soluciones definitivas antes que se llegue al conflicto abierto y a que, llegado el caso, se solventen con celeridad y la paz regrese.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario