Usando ciertos signos de puntuación, aparte de marcar una pausa también se indica que hay un cambio en la manera de entonar la pronunciación del discurso. Con ellos se dan matices expresivos, o bien, de carácter práctico, a las frases. Todos ellos tienen una importante relación, por lo menos en el aspecto puramente gráfico, con el punto: nos referimos a los signos de exclamación, de interrogación y a los puntos suspensivos.
A diferencia de la función de la coma, del punto, del punto y coma y de los dos puntos, centrada en la duración de la pausa, en el caso de la exclamación, de la interrogación y de los puntos suspensivos, si bien implican una pausa establecida según el parecer de quien elabora el discurso, su finalidad va algo más allá. Desde nuestro punto de vista tienen un carácter especial porque son signos con los que fundamentalmente se produce un cambio del tono oracional regular, además de la pausa que proceda: con ello, por tanto, no sólo ordenamos frases de manera interna y externa, o sea, partes de frases y frases entre sí, sino que alteramos si no del todo, buena parte de lo que la frase transmite, ya sea para dar intensidad en plan de exaltación, dar sentido de pregunta, o bien, por una cuestión práctica, ahorrarnos partes poco relevantes de lo que sería una enumeración larga. Con los signos de exclamación y los de interrogación establecemos pausas equivalentes a las del punto, sea seguido, aparte o final; mientras que con los puntos suspensivos, que a nivel de entonación implican tan sólo un cierto alargamiento del final de la palabra que los antecede, la pausa puede equivaler a lo que sería una coma o a lo que sería un punto; dependiendo del caso, por descontado, continuación de los puntos suspensivos la siguiente letra debería ir en minúscula o en mayúscula. Particularmente los signos de interrogación y los puntos suspensivos pueden ser bastante convenientes tanto en blogs personales como en los impersonales, pero los de exclamación probablemente debamos reservarlo más para los contenidos personales con la finalidad de dar expresividad. En casos de contenidos impersonales con signos de exclamación, sobre todo si se emplean en demasía, fácilmente nos encontraremos ante mensajes de tipo sensacionalista y populista; en este sentido, la defensa de cualquier idea que legítimamente se crea adecuado exaltar conviene que no nos limitemos a basarla en el simple recurso a la abundancia de exclamaciones, o también de interrogaciones, sino que por cada exclamación o por cada interrogación que hagamos procuremos aportar muchas otras oraciones que fundamenten su fuerza en el contenido enunciativo así como en el propio valor de ese contenido, sin necesidad de necesitar el tono permanentemente elevado o de constante duda.
Ten una visión estratégica en la elaboración de tus contenidos en el momento de usar los signos de exclamación, de interrogación y de los puntos suspensivos, así como de su aplicación en forma oral, y no tanto una visión basada en que el impacto y la efectividad vendrán por la simple abundancia de estos signos, en particular de exclamaciones y de interrogaciones. En cuanto a los puntos suspensivos, aunque te veas en la situación de tener que dar a entender muchas omisiones por faltarte los datos que querrías proporcionar, tampoco abuses de este recurso: puedes aprovechar para usar expresiones tales como 'y demás' o 'entre otros'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario