Punto y seguido, punto y aparte, y punto y final

Empleando el punto es como concretamente se procede a la separación de frases entre sí cuando se pasa de una a otra en un mismo párrafo, pero también cuando saltamos de un párrafo a otro; y se usa también cuando se llega al final de un discurso o de una parte de discurso que se corresponda, por ejemplo, con un capítulo. Con este signo, por tanto, al elaborar publicaciones escritas se podrá facilitar a un primer vistazo la estructura de las mismas: se denomina por esto, según su uso, punto y seguido, punto y aparte, y punto y final.

Ya que con el punto separamos, no sólo las frases en un mismo párrafo, o bien en una misma estrofa, sino que separamos propiamente también párrafos, estrofas y capítulos, gracias a este signo nos es posible apreciar de manera genérica la estructura de un escrito antes de leérnoslo. Al separar frases en un mismo párrafo, o en una misma estrofa, lo denominamos punto y seguido; al cambiar de párrafo, o de estrofa, punto y aparte; y al finalizar un capítulo, o bien al llegar al final de todo el escrito, tenga o no capítulos, punto y final. En un discurso oral, si no disponemos de la trascripción, la estructura no la podemos más que distinguir al escucharlo, apreciando, a medida que se escucha, la duración de las pausas; aunque, en ocasiones, quien haga el discurso en cuestión, particularmente si es en prosa, puede dar a entender ese final de lo que sería un párrafo o bien un capítulo entero enunciando precisamente que acaba un tema y, dado el caso, empieza otro, en plan "Y hasta aquí lo que respecta a tal cuestión"; o en lo que sería más propio de la radio, introducir alguna ráfaga. Para poemas y canciones, el paso de una estrofa a otra, por lo menos en multitud de ocasiones, además, lo podremos situar de manera bastante acertada al identificar el estribillo. El punto y final, por supuesto, en todos los casos orales se entenderá que equivale al momento en el que el discurso se acabe por completo, ya haya sido a una única voz, o bien, a varias, caso este último en el que el cambio entre párrafos, estrofas o capítulos puede venir marcado precisamente por el cambio de una voz a otra, sea cada voz de una persona distinta, que sería lo más habitual, o bien, como puede ser común sobre todo en el ámbito humorístico, sea una misma persona que haga voces diferentes.

La estructura, a gran escala, de tu publicación, si es escrita, se podrá percibir fácilmente, antes de emprender la lectura, al separar los párrafos, y los capítulos si los hay, mediante el uso del punto. En un discurso oral deberás tener en cuenta la duración de la pausa para que quede bien diferenciado cuando se está ante lo que equivaldría a un punto y seguido, o bien, a un punto y aparte; aunque éstos últimos suelen constituir un buen motivo para incluir, por ejemplo, algún tipo de ráfaga sonora que precisamente ayude a determinar que hay un cambio equivalente a un punto y aparte; o bien se puede optar también por recurrir a que el cambio de la voz de una persona a la de otra sea lo que marque lo que equivaldría a un punto y aparte.

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