En el otro lado

La máxima revisión posible, además de aplicarla previamente a la publicación, conviene ejercerla 'a posteriori', repasando aquello publicado. Así se puede observar qué sería mejorable y tenerlo en cuenta en futuras ocasiones. Constituye por tanto, a base de comparar lo ya hecho con lo que no se ha llevado a cabo aún, una práctica que nos permitirá apreciar mejor cuáles deberían ser nuestros próximos pasos a seguir.

Disponer de un espíritu de mejora es algo fundamental para la continuidad y buen desarrollo de un proyecto, y por tanto también de un blog. Nos vendrá bien para ello situarnos en el otro lado, o sea en el lugar del público, y en este sentido nos conviene, así como revisamos al máximo nivel previamente a la publicación, que revisemos de manera regular lo ya publicado; nos situamos entonces en el lugar de cualquiera que visite nuestros contenidos y debemos intentar apreciar lo que ese cualquiera, conozca o no la labor de elaboración que llevamos a cabo, puede encontrar acertado o, por otra parte, qué le puede parecer insuficiente e incluso incorrecto: se podría considerar una labor con la que desarrollamos empatía y autocrítica, dos cualidades que nos parecen muy provechosas de cultivar para todo el mundo. A partir de ahí, conseguiremos también entender mejor lo que nos transmitan desde diferentes puntos de vista en nuestra tarea de recoger 'feedback': si nos hacen una crítica, sea positiva o negativa, siempre la apreciaremos mejor si hemos sido capaces de percibirla previamente por nosotros mismos en nuestro ejercicio de auto-revisión 'a posteriori'. Sin embargo, habrá probablemente siempre opiniones que nos transmitan que nos sorprenderán, para bien o para mal, por mucha revisión que hayamos hecho; pero en cualquier caso, a base de profundizar en el enriquecimiento tanto de la empatía y como de la autocrítica, esa sorpresa que nos podamos llevar siempre nos resultará más fácilmente digerible, y también la valoraremos de forma más adecuada en el sentido de llevar a cabo una mejora permanente, que debe ser objeto de búsqueda por nuestra parte en relación a aquello que elaboramos en un blog y, por extensión, en todo proyecto en el que nos involucremos.

Una vez publicados tus contenidos tómate la molestia de repasarlos, por lo menos de vez en cuando, y sitúate así en el lugar del público. Sitúate exclusivamente al otro lado preguntándote cómo aprecia lo que publicas alguien incluso totalmente ajeno a tu proceso de realización, alguien que conoce tu blog sólo desde fuera. De este modo, te será más fácil valorar el 'feedback' de todo tipo que puedas recibir.

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