En el mundo animal

Dejando aparte al ya inteligente ser humano, se halla siempre en el mundo animal una magnífica oportunidad para plantearse hasta qué punto se puede considerar que existe o no inteligencia en un ser vivo, animado y que, según de qué especie se trate, tiene respecto a justo los humanos bastante similitud. Resulta planteable entonces también si en el mundo animal se da o no interactividad bidireccional.

Los animales puede que para muchos continúen sin ser dignos de considerarse inteligentes, y es que en verdad no deja de ser cierto que distan mucho de la inteligencia desarrollada por los humanos, pero las capacidades que a lo menos buena parte de los animales demuestran tener son inequívoca muestra de que en ellos y entre ellos y el ser humano puede haber bidireccionalidad interactiva. De los animales emanan lenguajes hasta de cierta complejidad y además los animales intercambian roles entre individuos como mínimo de su propia especie; y en lo que a con los humanos respecta, bien pueden establecer con nosotros lo que, si no del todo, de alguna manera podríamos considerar conversaciones. En cuanto a seres inertes, los animales pueden a su modo establecer unidireccionalidad al adaptarlos en base a lo que convenga a los propios animales.

Con toda seguridad las mascotas representan los animales con los que más puedas corroborar que hay comunicación de bidireccionalidad interactiva pese a que con propiedad la persona no deja de ostentar siempre el rol de amo. Tal vez, el que surja la bidireccionalidad en comunicación animal tanto entre los propios animales de la misma u otra especie como sobre todo entre animales y humanos tan sólo sea cuestión de tiempo y costumbre.

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