La existencia de cualquier persona puede llegar a ser muy compleja, por lo menos desde la propia perspectiva de tal persona llevando según de qué modo al personalismo e incluso al egoísmo. Bien está, sin embargo, reiterar que no habrá existencia en concreto lo suficiente compleja como para serlo más que la existencia en general.
Que a los demás les parezca que la existencia de uno es compleja dependerá de que la existencia en concreto de ese uno tenga incidencia en la existencia en general. Dependerá asimismo de si esos demás que evalúen la existencia de quien sea son sus contemporáneos o ya gente de una época posterior. En base a todo ello, tomar la decisión de hacer que la propia existencia en concreto devenga compleja es un buen objetivo en la vida porque conseguirlo contribuirá a que los demás, de la misma y de posteriores épocas, valoren tal existencia y les resulte enriquecedora. Si la existencia en concreto que tengamos no va más allá de ser simple y plana, poco lugar destacado ocuparemos dentro de la gran y genérica complejidad existencial.
Representará, aun con todas las dificultades que conlleve, muy satisfactoria una existencia compleja porque significará que has mantenido una actitud sanamente inconformista al no dejar que tu trayectoria por la existencia se limitase a dejar pasar el tiempo. Con el bagaje que acumules, podrás representar una inspiración para los demás y, en la blogosfera, dejar un buen blogolegado.
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