Un blogolegado que resulte interesante tiene que ser complejo porque desde la sencillez, aunque mucho es lo positivo y a veces imprescindible que lo sencillo aporta, es más fácil caer en redundar sobre aquello que, sabiéndolo o no, otro haya reflejado ya. Y aunque no fuese redundante, algo muy sencillo carecería de suficiente material dentro del que encuadrarlo como para dar a ese algo su justo significado.
Simplicidad, a falta de formar parte de un conjunto coherente amplio, puede con facilidad devenir interpretable de muchas maneras, así que, si pretendemos que hasta nuestras piezas más breves causen interés y sin duda sean calificables de complejas, tenemos que hacer muchas piezas breves o hacer tales piezas parte de un conjunto considerable de otras distintas: del primer modo nos dirigimos a la especialización, y del segundo a la diversidad. Resultan igualmente legítimos lo especializado y lo diverso pero es muy probable que nadie llegue a una especialización de buena calidad sin haber probado primero por poco que sea la diversidad; en cualquier caso, la sola experiencia de la especialización correspondería a alguien que, por lo que sea, no ha tenido nunca una, aunque sea mínima, amplia perspectiva de la existencia.
Queriendo especializarte, no dudes en antes pasar por cierta diversidad de experiencias a fin de acotar mejor tus gustos y aprovechar tal diversidad para nutrir la originalidad que a tu especialización debe caracterizar. A todo ello la blogosfera puede aportante grandes oportunidades por la cantidad que en ella hay de información de todo tipo, haciendo viable que tu existencia pueda adquirir la necesaria complejidad.
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