Dentro de lo prácticamente incomprensible que está haciendo Rusia en su delirio invasor contra Ucrania, intentemos entender aunque sea aproximada y sólo tácticamente esto que a costa de los ucranianos está llevando a cabo, y tenemos para ello que asimismo considerar la noción que nos brinda el concepto red. Es, pues, la táctica de Moscú un algoritmo cuyas medidas, a diferencia de las convenientemente prudentes de Occidente, sí conciben la confrontación directa más allá de Ucrania.
Resulta, pues, fruto de todo un delirio el algoritmo bélico ruso que puede entenderse que precisamente guía al bando del Kremlin, pues no parece importarle lo más mínimo desencadenar una III Guerra Mundial, que no sería sino una confrontación atómica y, por lo tanto, de unas magnitudes destructivas que, aunque por supuesto destrozarían también a la propia Rusia, son asumidas desde la más profunda locura por parte de los dirigentes rusos. Cabe esperar que, pese a esto, quede o aflore algún atisbo de cordura entre alguien de los dirigentes en Moscú para que, aun si en todo o en parte no logran sus planes, cualquier ataque nuclear sea descartado.
Un algoritmo como el que a partir del cual puede entenderse la estrategia rusa poco parece exceder lo que se circunscribiría al círculo propiamente político y al oligárquico que concentran el poder en Rusia. Sin embargo, es este algoritmo una muestra de cómo la concentración de poder en ciertas ideologías puede derivar en catástrofes de proporciones impredecibles y, en cualquier caso, gravísimas.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario