La cultura entendida de manera omnimultimodal

Tolerancia y respeto son virtudes humanas enormemente valiosas de por sí y en la dimensión cultural constituyen pasos importantes hacia la omnimultimodalidad cultural inclusiva pero, justo por eso último, no son lo mismo que ésta, ni lo mismo que la omnimultimodalidad cultural en general. Igual que con la diversidad cultural y ante la quizá hasta mayor similitud entre respeto y tolerancia culturales y omnimultimodalidad cultural, la debida diferenciación resultará de gran ayuda.

Pretender, si no mediante la diversidad cultural, que con ideas tales como tolerancia cultural o respeto cultural, muy importantes también por cierto y que bien debemos fomentar, baste para referirnos a la omnimultimodalidad cultural no da bajo nuestro parecer un resultado satisfactorio. A lo sumo, si concebimos tolerancia y respeto culturales en tanto que caminos por los que llegar a vehicular la diversidad cultural hacia la omnimultimodalidad cultural, estaremos en lo cierto, pero la cultura entendida de manera omnimultimodal requiere todavía de algo más, esto es, que las culturas, y de ahí cada uno de los individuos humanos, se conciban entre sí en un grado de igualdad por el que, si bien es natural que cada cual intente preservar lo que considere valioso de su cultura, haya una predisposición y una efectiva acción de acercamiento y aprendizaje mutuos, partiendo así pues de la asunción que ninguna cultura, ni ningún individuo, es de manera inherente superior, ni mucho menos posee la, por otra parte inalcanzable e incluso no deseable, perfección. La tolerancia y el respeto no dejan de poder ser actitudes que, siendo buenas en sí mismas pues no van ligadas a la violencia, pueden no conllevar la predisposición al intercambio cultural con cualquier otra cultura mínimamente civilizada, y menos cuanto más diferente o lejana se conciba tal otra cultura; así que la tolerancia y el respeto, según de qué modo y aun no pretendiéndolo directamente, pueden acabar derivando en actitudes excluyentes o de separaciones claramente delimitadas entre culturas.

El recorrido de la tolerancia y del respeto, por muy buenas intenciones en las que supuestamente las bases, puede según de qué manera no ir más allá de una omnimultimodalidad cultural excluyente: por esto no son lo mismo que omnimultimodalidad cultural. La cultura entendida de manera omnimultimodal incluye la vertiente inclusiva de tal omnimultimodalidad, lo cual, y es en lo que la blogosfera puede tener un importante rol a desempeñar, implica acercamiento decidido, intercambio profundo: en definitiva, mucha interactividad.

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