Liberación

Desde lo último que debiera, según la ciencia seria, concebirse el avance tecnológico en general y la robótica en particular es desde la amenaza y el miedo. El cambio de tareas humanas por tareas mecanizadas no cabe sino englobarse en un proceso que en verdad lo lleva desarrollando el propio ser humano desde que precisamente puede considerarse que empieza a caracterizarse como humano.

Atribuir estrictamente la suplantación de acciones llevadas a cabo directamente por humanos a las recientes creaciones más o menos del último siglo o medio siglo en tecnología, más en concreto a todo lo relacionado con la informática y la robótica, es una falacia tan enorme que, de ser cierta, implicaría que hasta no hace mucho más de unas pocas décadas los humanos lo hacíamos todo por puro procedimiento manual, lo que a su vez implicaría que hasta entonces hubiésemos permanecido en prácticamente estado salvaje, sin evolucionar mucho más de lo que éramos en nuestras etapas primarias prehistóricas, y que milagrosamente desde hace justo esas pocas décadas, casi en un abrir y cerrar de ojos, los humanos hubiésemos dado el salto a la civilización hipertecnológica. Sin embargo, dando forma de herramienta a elementos inertes de su entorno, el ser humano ya incluso desde sus orígenes extiende sus capacidades y suplanta lo que le resulte conveniente; el mismo acto, que tan fácil nos resulta imaginar a cualquiera, del humano prehistórico haciendo fuego con una pocas piezas de madera es ya tecnología, una relación interactiva unidireccional entre humano y elementos naturales modificados: no es de extrañar que esto lo consideremos un punto de inflexión en nuestra historia y que de hecho sirva para marcar por lo menos en buena parte el mismo inicio de la historia. Al tiempo que y, a lo menos en cierta medida, mediante ese mismo proceso tecnológico, tan largo en nuestro transcurrir por la existencia, el ser humano ha podido ir liberando otras capacidades mentales para hacer de sí mismo un ser más racional, abandonando así, lenta pero decididamente, su estado salvaje inicial.

Concebir la trayectoria evolutiva humana en tanto que una liberación progresiva de las mejores cualidades intelectuales de las que somos y podemos aún llegar a ser capaces de desarrollar con la ayuda de la tecnología, siempre te resultará mejor en todos los aspectos en comparación a concebirla bajo postulados, o incluso más bien dogmas, de corte sustitutivista que a nada positivo llevan. Al recibirla e impulsarla, esa liberación debes aplicarla al máximo para dar lo mejor de ti, aprovechando de la blogosfera su posición de tecnología característica de nuestra época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario