Recurrir a la serialidad es lo idóneo en cuanto deben abordarse cuestiones complejas, lo cual debe tenerse muy en cuenta a la hora de aplicarlo según la trayectoria de la que un proyecto o un emprendedor dispongan. Si bien por sí misma la serialidad es recomendable de aplicar de una determinada manera dependiendo de los ciclos, hay matices a considerarse muy detenidamente cuando se le añade el factor de una relevante complejidad en cuanto a lo que se transmita.
Cuando estemos en ciclos primerizos de la trayectoria de una iniciativa o de nuestro propio emprendimiento, en especial tratándose de una trayectoria blóguer, la serialidad va de por sí mejor que cuando alcancemos ciclos de veteranía, pues entonces debemos manejar con mayor soltura la variedad, pero bien es cierto que al contemplar la complejidad de lo que expongamos, si ésta es profunda, como es más propio en la veteranía, cabe valorar sustancialmente la aplicación de la serialidad y, en este sentido, sería como habría opción de plantearnos prescindir de contenidos seriados en los ciclos primerizos, pues son ciclos en los que conviene que prime la sencillez. Tenemos, por tanto, que tener en cuenta que aun siendo más apropiada en general en etapas incipientes para ir dando consistencia a la temática aún en desarrollo inicial, la serialidad temática ganará siempre en cuanto a resultar recomendable cuando lo complejo se acentúe. Se trata, al fin y al cabo, de que estemos en el ciclo que estemos de trayectoria, combinemos pertinentemente dentro del dinamismo de nuestro blog, o proyecto comunicativo similar, serialidad con complejidad, de modo que hagamos debidamente series en ciclos iniciales pero no tanto para abordar ya de entrada contenidos complejos sino para primar el establecimiento de una identidad sólida que para el público o los públicos está todavía por construir, mientras que en ciclos veteranos tendremos que procurar destinar las series temáticas a tratar, tal y como debe esperarse por cierto de quien o de lo que esté en tales ciclos, asuntos de un grado complejo apreciable, pero sin dejar de lado la variedad que asimismo se espera que emane de estas etapas.
A la serialidad debes aprender a manejarla con acierto estés en el punto que estés de una trayectoria de proyecto y de la tuya misma. Del grado de complejidad de lo que transmitas dependerá en buena parte la conveniencia de lo seriado, pero en cualquier caso, no estires más de la cuenta una serie temática de contenidos por mayor complejidad que ésta albergue, pues pausar el tratamiento de un tema, y precisamente y en particular si es complejo, va muy bien tanto para ti mismo como para el público o los públicos, pues evitas monotonía y creas suspense.
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