El registro de cambios

Según los permisos de lo cual esté dotado el sitio telemático que sea, habrá además la opción de ir quedando registro, a su vez público o privado, de los cambios que sobre el mismo sitio se apliquen. Resulta más propio de sitios o muy privados o muy abiertos el que quede el registro de cambios apreciable a quienes sea el sitio consultable, mientras que en un sitio de una interactividad de punto medio, el registro de cambios es, más bien, poco habitual.

Es un muy cómodo avance en comparación a las capacidades de la tecnología analógica el que en lo digital y lo telemático sea factible aplicar y consultar cambios fácilmente. Tal y como, sin embargo, suele ser habitual en un weblog, operar en base a una interactividad de punto medio, en que en esencia recae todo sobre la autoría y el público puede contribuir sólo en cierta medida, deviene un registro de cambios bastante poco necesario y práctico, pues al fin y al cabo tendrá o debiera tener poco interés quien consulte tal sitio en todo lo que tal o cual pieza pueda haber cambiado, máxime considerando que por lo común debe presuponerse que la pieza de la que se trate está desde el principio publicada con ánimo de ser versión única y definitiva.

Fundamentándose en esta presuposición de post de versión única y definitiva puedes entender que, en particular en las redes sociales o microblogs, sea normal en la blogosfera que las plataformas genéricas no permitan editar una vez publicas algo. Representa esto otra notable diferencia en lo que a la mayor customización de blogs al uso o macroblogs y la menor de las redes sociales concierne.

OscarWeblogs

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