Partir de referentes es lo que, además de ser natural, justifica que por descontado copiar sea, no sólo inevitable, sino necesario por lo menos en cierto momento de cualquiera en el transcurrir de la trayectoria del proyecto que desarrolle. Nadie nace con pleno y asimilado aprendizaje en el ámbito que sea, por lo que todo el mundo ha pasado por la necesidad de copiar para aprender, pero se trata de además no quedarse sólo ahí.
Si por algo solemos conocer Internet en general y la blogosfera en particular, es por la facilidad de copiar, manipular y redifundir contenidos ajenos. No obstante, practicar esto desde la pura replicación es poco enriquecedor y productivo, además de que hasta nos hace correr el riesgo de incurrir en el plagio o la reproducción ilícita. En pro de llevar a cabo nuestras piezas comunicacionales originales y genuinas, guardemos, pues, el copiar como aprendizaje tal y como típicamente, de hecho, ya es propio, al igual que en el mismo sentido la reelaboración y, en su caso pero dentro de la discreción conveniente, la redifusión. Aquello que, porque asumamos una función intermediaria, no podamos evitar copiar tenemos que exponerlo dentro de las legales opciones de compartición e interactividad.
Lejos de suponerte una razón para conformarte con el mínimo esfuerzo y quedarte en la simple copia, asumir una función intermediaria tiene que representar una importante motivación para que, ante la inevitable copia a la que tienes que recurrir, examines a fondo cómo hacer, pese a esto, que tu weblog o proyecto similar conserve un apreciable sello propio y genuino. Al aprender copiando, cuando publiques, seas o no intermediario, el aprendizaje tienes que haberlo hecho derivar en cierto estilo particular.
OscarWeblogs
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