El texto impreso moderno

Lo distintivo de lo que propiamente puede denominarse retroactualización es que, a diferencia de lo que en su justa medida puede considerarse retroactualización en texto esculpido y similares, a la vez que superando el potencial del texto impreso, otorga al texto telemático esa capacidad para que, justo al tiempo que se puede retroactualizar, su acceso sea el ubicuo y permanente tan propio de Internet. Por extensión, eso asimismo atañe a los demás formatos multimedia.

Con la especie de retroactualización que a lo esculpido le es propia, se modifica sobre la pieza original, o réplica, de la que se trate una obra que, por más grandes dimensiones que tenga, no será de acceso ubicuo ni permanente, salvo que precisamente valiéndose del potencial del ciberespacio se le grabe permanentemente en directo por Internet. Cuando, de hecho, la tecnología no permitía esa clase de grabación, más que evidente resultó que fuese extremadamente rompedora la gran capacidad difusora del texto impreso moderno, si bien su inherente distribución por tiradas hacía que la retroactualización quedase sacrificada en beneficio de esa difusión tan amplia que para la época representaba un avance mayúsculo.

La época en la que el texto impreso moderno ha sido esencia y centro de la comunicación parece que está tocando a sus últimos instantes en la historia. Quizá la retroactualización, pese a no ser muy practicable en las redes sociales, es lo que más llama la atención en cuanto a la nueva forma que el texto, en particular en el sentido de texto alfanumérico, adopta con lo cibernáutico; lo más parecido al texto impreso propiamente moderno sigue siendo en especial el que se imprime por impresora.

OscarWeblogs

No hay comentarios:

Publicar un comentario