Aunque pueda acompañarse de un rediseño, refundar un blog o proyecto similar es algo que implica de entrada una mayor relación con el contenido que con la forma. Los elementos formales, pues, no son lo más distintivo al refundarse la iniciativa que sea, si bien puede que en según qué casos resulte lo más llamativo del profundo cambio que a tal iniciativa se le aplique.
Lo que una refundación depende del contenido, más que de la forma, es tanto que en las ya de por sí poco customizables redes sociales puede que casi no se aprecie a simple vista la transformación de un proyecto refundado, máxime siendo, como conviene que sean, las redes un reflejo, a menudo simplificado, de lo que en primera instancia en el correspondiente blog al uso publiquemos. Hará falta que tal blog al uso, o macroblog, denote en efecto un profundo cambio de orientación esencial, casi o del todo independientemente de lo formal, para que cualquiera pueda corroborar que el blog que hasta entonces desarrollábamos, pese a mantener en su caso el mismo título, es ahora otro al haber sido refundado.
Que la apreciable repercusión que hayas podido cosechar entre algún público pueda encontrarse negativamente afectada ante la refundación de tu weblog u otra iniciativa parecida es lo que debe hacerte proceder con cautela al decidir definitivamente si refundar o no tal iniciativa. Bien puede, de hecho, una refundación, lejos de mantener tu repercusión de público y a su vez ensancharla, suponer un auténtico recomienzo absoluto, también en la búsqueda de la atracción de público.
OscarWeblogs
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