Dependiendo del formato multimedia que se emplee en la realización de un contenido comunicacional, cabrá adaptarse al potencial de la variedad formal que en lo monotemático haya que acometerse. Lo que debe garantizarse al público al que tal contenido se dirija es que esa variedad compense la casi forzosa ausencia de la variedad temática.
Una mala variedad formal en lo monotemático puede repercutir en parecer que el único tema abordado no represente, tal y como debiera ser, la esencia de lo que en nuestro weblog, u otra clase de iniciativa similar, comuniquemos. La variedad en la forma que demos al contenido que tratemos pasa a ser mala variedad cuando deviene inconexa, estridente y caótica; no por ello, sin embargo, debemos renunciar al conveniente uso del contraste: al contrario, lograr un buen contraste en el tratamiento formal del único tema que al proyecto caracterice hará que estemos consiguiendo pluritonía en justo esa vertiente formal. Cuando a tales efectos la eventual normativa establecida nos resulte insuficiente, tendremos que recurrir a la imaginación.
Evitar que imaginar devenga en expresar por expresar es lo que debe guiarte para que, si te saltas la norma, aquello resultante sea a lo menos inteligible y también respetable, tanto como para que incluso desde la propia norma pueda llegar a contemplarse la aprobación e inclusión de tu propuesta. De todos modos, imaginar no deja de ser una maravillosa capacidad a ejercitarse.
OscarWeblogs
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